Su filosofía es sugerir a sus clientes una moda “ecológica, ética y sostenible”. Bajo le lema #yodecido, esta marca te da la oportunidad de tomar la iniciativa y empezar a consumir otro tipo de prendas fabricadas de una forma más justa. Primero, muchas personas considera que no existen más opciones y por consiguiente hace oídos suecos a todo cuanto ocurre. Y segundo, otros no tienen más antídoto que recurrir a estas prendas asequibles, en tanto que no tienen los elementos económicos suficientes para obtener mejores fabricantes que aseguren que sus prendas están libre de mano de obra infantil. Ocho años tras el desastre de Rana Plaza, las empresas de moda mucho más esenciales del mundo aún no se han puesto de acuerdo para renovar un acuerdo de seguridad a largo plazo en Bangladesh. Sin embargo, a pesar de todo lo bueno que puede poder el acuerdo, compañías como Zara y H&M se mantienen ajeno debido a sus responsabilidades directas.
De ahí que «es importante que cada marca defina sus límites, afirme cuáles son sus valores. Absolutamente nadie se pregunta por qué razón el valor de unos vaqueros no ha subido en 2 décadas. «Hay una monitorización, pero no somos policías, sino que el fin es prosperar los procesos», revelan. En Inditex reconocen que muchas veces se han encontrado «sustos» al revisar que alguno de sus distribuidores se encontraba, por servirnos de un ejemplo, subcontratando trabajadores y el grupo no tenía conocimiento de ello, pero estos fallos «se han subsanado».
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Esta situación las hace todavía más vulnerables a la explotación laboral, puesto que desconocen sus derechos y están dispuestas a abandonar ellos por ganar algo de dinero. Las deficiencias en lo que se refiere a la compromiso en la estructura de hoy de las cadenas de suministro de ropa en todo el mundo ha excluido la opción de la agencia de los trabajadores y sus sindicatos para exigir responsabilidades a las fabricantes. AFWA quiere restablecer esta agencia, lograr que los sindicatos entren en contacto directo con las fabricantes, y reclamar la responsabilidad en el campo jurisdiccional de sus países.
Después de la resaca del Salvados de este domingo destinado a de qué forma marcha la industria de la moda y exactamente en qué condiciones trabajan las empleadas en el sudeste asiático, en este momento más de uno se estará preguntando qué puedo hacer para evitar esta situación. Tro ejemplo es de Leouk Thay, trabajadora de una factoría textil con contrato de 4 meses que le iba siendo nuevo. Un día de noviembre de 2013 tuvo una severa hemorragia en la nariz y solicitó ir al médico. Aunque sus jefes le dijeron que volviera al trabajo, ella fue a un médico y volvió al día siguiente con un certificado para una operación de nariz.
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Aunque hay mecanismos para presentar quejas y denunciar los abusos en las fábricas, muy pocas trabajadoras apelan a ellos por temor a perder su única fuente de ingresos. Esto impactó de forma directa en las trabajadoras del sector textil, la mayor parte de las que viven bajo el umbral de la pobreza y tienen grandes adversidades para subsistir y sostener a sus familias. La carencia de capital provoca asimismo inseguridad alimentaria, peores condiciones de salud e inclusive crueldad de género, en tanto que los agresores las culpan de no tener un trabajo. La industria textil se encuentra dentro de los pilares de la economía en Bangladesh, pero muchas compañías cometen abusos contra sus trabajadoras. Daimler es propietario de un 33% de las acciones de European Aeronautic Defence and Space Company , que ha recibido el encargo de desarrollar el misil M-51 para el Ministerio de Defensa frances.
Mucho más bien, los trabajadores son contratados por proveedores de varios países del Sur Global. Estos proveedores, no obstante, no son desarrolladores independientes que hacen que se produzcan prendas y las venden en el mercado mundial. Generan las prendas desde los diseños y las informaciones proporcionadas por las fabricantes.
Esta revolución debe venir de allí, de que los asiáticos quieran mejores condiciones y deseen vivir como nosotros, de otra forma nosotros no poseemos nada que hacer, Europa se muere desde hace tiempo, y no solo por este tema. Aquí se adquieren zapatos a franquicias asiáticas, con una calidad de acabado y un material pésimos, a precios de risa. Además, cuentan con un equipo especializado de 80 personas que se hace cargo de estos aspectos. «Como compañía internacional hemos trabajado durante años para garantizar que nuestros modelos se hacen acatando los derechos de los trabajadores», declaran.
La pandemia ha agravado la situación laboral de las mujeres de Bangladesh que trabajan en fábricas de confección de ropa, cuyos derechos son vulnerados de forma reiterada, según denuncia un estudio elaborado por la Universidad de Aberdeen en Escocia y la organización humanitaria Traidcraft Exchange UK. El 90 % de las prendas de vestir de ultima moda se fabrica a costes irrisorios en algunas de las zonas de libre comercio del sudeste asiatico, America Latina o el este de Europa. En las llamadas fabricas de sudor trabajan millones de mujeres y ninos en jornadas de entre 60 y 84 horas semanales por un sueldo que no frecuenta exceder el 0,4% del precio de venta del articulo, segun denuncia Campana Ropa Limpia, una ONG presente en 10 paises de europa, entre ellos Espana. @insafe #42Cerrar Como siempre y en todo momento, somos los occidentales los responsables de todos los males del cosmos.
«Inditex llevó los sindicatos a ciertas factorías, donde los trabajadores no tenían ninguna cultura sobre esto, ni sabían qué eran los derechos laborales. Formaron a los representantes sindicales y contrataron expertos», explican estas fuentes. Además de esto, ropa barata, económica solo hay en lo que se llaman fast food de la ropa, o sea, Primark o Bershka, pero también encontramos muchas marcas de ropa más bien cara como Ralph Laurent que fabrica en Asia. Al comienzo de la pandemia, ciertas marcas se negaron a abonar a los distribuidores por los pedidos ahora entregados, medida de la que solo se retractaron después de que la exposición en los medios internacionales les amenazara con una bajada de su reputación. Esto tuvo un efecto en cadena, puesto que ciertos distribuidores no pagaron los salarios a los trabajadores.
La Campaña Ropa Limpia lanzó a principios del mes de agosto un rastreador público que exhibe qué fabricantes de respaldan la firma de un nuevo acuerdo vinculante sobre la seguridad en las factorías de Bangladesh, y qué enormes marcas son un obstáculo para el progreso en el campo de la seguridad de las personas trabajadoras. El “Accord Tracker” señala a enormes empresas como ZARA, H&M, Primark y Lidl por no utilizar su enorme poder para asegurar que se mantengan los avances en la seguridad de las factorías de sus cadenas de suministro. «Las grandes empresas de tendencia han intensificado en los últimos años la supervisión.