A los 2 premios en categorías primordiales, ‘La forma del agua’ ha añadido el Oscar a mejor diseño de producción y la estatuilla a mejor banda sonora para el virtuoso Alexandre Desplat. La etimología (o la ciencia-ficción, según) coloca a la palabra monstruo y al verbo advertir en el mismo yacimiento arqueológico. Monere sería el primer vestigio latino que une al miedo que produce una criatura extraña con su capacidad para informarnos de los riesgos que vendrán.
Por mucho que se empeñe Trump en soñar con muros que dividan, el cine le devuelve a la verdad. Las barreras están en su cabeza, pero no en la sociedad de un país y una industria que reconoce el talento de sus vecinos. Guillermo del Toro completa el período dorado del cine mexicano con el Oscar a mejor película y mejor dirección por ‘La manera del agua’. El realizador se aúna a sus paisanos Alfonso Cuarón –ganador en 2014 por ‘Gravity’- y Alejandro González Iñárritu –vencedor en 2016 con ‘El Renacido’- con una fábula política que reivindica la mirada del otro, del diferente. Una limpiadora muda, una negra, un gay y un anfibio que viene de Latinoamérica luchan contra el sistema americano, nuboso en su rivalidad con Rusia.
Boyero Sobre La Manera Del Agua: Me Ha Semejado Una Película Preciosa
Galardonada con Oscar (entre ellos mejor película y directivo) y el León de Oro en el festival de Venecia, la mayor parte de los personajes del largometraje se escribieron con los actores ya pensados. Así, Octavia Spencer, Michael Shannon y Michael Stuhlbarg completan el reparto. No obstante, el papel que por último desempeña Richard Jenkins fue planeado en un inicio para Ian McKellen. Además, a la increíble Sally Hawkins – lo mejor de la película como Eliza Esposito – la acompañan Octavia Spencer, Michael Stuhlbarg o Doug Jonesen un reparto que protege con creces una historia de buenas pretenciones. Una historia simple donde hay buenos y malos, donde hay cómplices y contrincantes, y en la que la sencillez de su premisa, a pesar de un desarrollo artístico que haría desencajarse a la mayoría de producciones de superhéroes o enormes catástrofes es eso, simple.
Son criaturas que nos aterrorizan con la misma fuerza que nos describen, nos definen, nos tienen la posibilidad de y nos hacen ser lo que somos. Mujeres, negros, homosexuales, mudas y, lo más evidente, entes anfibios, mitad animales la otra mitad dioses, son los protagonistas de una historia que hace de su virtuosa anomalía su razón de ser. Son monstruos que nos informan, y o sea lo que cuenta, de nuestra mucho más íntima monstruosidad. El apartado de guion se ha abierto a novedosas propuestas. La película bebe de influencias, como el propio Del Toro ha reconocido, como las películas de monstruos de los años 50.
Su solitaria vida cambia al enamorarse un hombre anfibio que se encuentra allí recluido. Su vida cambia al enamorarse un hombre anfibio que vive allí recluido…. Y se sabe abducido por la capacidad del monstruo de plantear desde la imaginación libre de formas la posibilidad de un futuro diferente, de una realidad que cuestione el imperativo pomposamente estético de lo dado. Y La forma del agua, sus 13 nominaciones ajeno, es cine, afirmábamos, que nos avisa de nuestra mucho más íntima barbaridad. Así como logró en la aclamada “El laberinto del fauno”, el director Guillermo del Toro regresa a utilizar elementos mágicos en un intérvalo de tiempo bélico real para narrar una conmovedora historia amorosa fantástico. Del Toro se detiene en la aventura de una criatura directamente heredera de la bestia de la laguna negra ; aquella que portara a una mujer en brazos en la totémica La mujer y el monstruo .
La Inmigración Gana Peso En La Reivindicación Política En Una Gala Que Solo Dedicó A La Campaña Contra El Acoso Un Vídeo
Cuatro galardones para una gala con suspense que ha repartido Oscars sin complejos y con un marcado acento latinoamericano. Estoy aquí y en muchos sitios, de las mejores cosas que hace nuestra industria es borrar barreras”, ha clamado Guillermo del Toro ante el escenario del teatro Dolby de Los Ángeles tras percibir también varias referencias al futuro de los ‘dreamers’. La Forma del Agua, la novedosa película de Guillermo del Toro, llega a los cines españoles el 16 de febrero antecedida por un hype que solo trece nominaciones a los premios Oscar pueden hallar. Según todas y cada una de las quinielas es mucho más que probable que se alce con el premio a Mejor Película y Mejor Director en la nonagésima edición de los galardones más importantes del cine.
Y de esta manera, sobre la figura tercamente pura de su protagonista, Del Toro levanta una fábula que quiere ser a la vez “antídoto contra el trumpismo” (la expresión es del directivo) y reivindicación apasionada de la imaginación. La cinta navega, de manera literal, sobre la retina del espectador como un animal alucinado y herido. Es cine sonámbulo tan evocador como decididamente incómodo. Es cine, al fin y al cabo, sobre la necesidad de lo otro, de lo extraño, de todo lo que, desde la sombra, edifica y desarma la propia realidad. Es cine que invoca a la imaginación como la única herramienta política contra la mucho más grosera de las patentizas.
Sinopsis Completa
A su lado, Sally Hawkins , Richard Jenkins y Octavia Spencer . La iniciativa es crear en torno a todos ellos una metáfora tan brillante y alucinada como la que dio origen a El laberinto del fauno. Si entonces, lo que respiraba en la piel atemorizada del íncubo era la Guerra Civil española, ahora es la mismísima contienda universal entre los bloques americano y soviético; es decir, la Guerra Fría.
El directivo de El Planeta escoge las noticias de mayor interés para ti. Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu, tres directores de éxito de este país latino. Maria Magdalena Mas nos charla este domingo sobre sus títulos relevantes. Y es por eso, nada más y nada menos, que la película tuvo la aceptación en esta era de Trump en Estados Unidos y ha contagiado al resto de todo el mundo. La inclusión del diferente, la pelea por el bienestar de los que no encajan, el derecho a ser feliz pese a todas y cada una de las trabas que se encuentren por el sendero.
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Bien es cierto que en su voluntad quizá de rimarlo todo, de detenerse en todos y cada aspecto, la película pierde una parte de la fuerza corrosiva que lucían El espinazo del diablo y la citada El laberinto del fauno, de la que esta es reformulación y epílogo. En cualquier caso, queda la seguridad trémula y sin forma (viscosa, híbrida y horrenda) del agua. Cuenta Del Toro que lo que vivió el planeta a principios de los 60 se parece a lo que se sufre en este momento. Y por ello, su iniciativa se encuentra detenida en un punto impreciso en aquel tiempo.
Con tanta buena crítica previa y tantas nominaciones a los Oscars reconozco que iba con la promesa de localizarme una película diferente, renovadora y “mágica”…..pero no. Especie de intento de mezcla del romanticismo de “Amelie”, de la ambientación y estilo visual de “La invención de Hugo”, de la crónica de “La mujer y el monstruo” o de forma directa retomando una versión del hombre-pez de Hellboy….. Por lo demás no deja de ser una historia que a varios se les va a quedar corta y que no profundiza en demasía en los mil frentes que abre en sus 2 horas de duración.
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Además, el largo ha tenido un presupuesto que no llegaba a los veinte millones para recrear un Baltimore de los años 60 que es en donde se sitúa la acción con lo que se puede considerar prácticamente una producción artesanal. Al final de cuenta, cada época tiene su monstruo y la nuestra, con sus evidentes incertezas y sus melodías apocalípticas, los posee a todos ellos. Hay criaturas viscosas, híbridas y horribles donde se mire.