Merced a ti por compartir tu experiencia. Le lamía las plantas de los pies a mi Mamá hasta el cansancio; mi Mamá tenía el sueño muy pesado y no se despertaba. Pandora, qué bien verte por aquí de nuevo! Los colores y asimismo los tipos de zapatos son un planeta aparte! Un fetichismo para unirlos a todos y para “poner en valor la diversidad en la erótica”, algo que, para la sexóloga Arola Poch es indispensable por el hecho de que aún suena “como a frase hecha aquello de que todos y cada uno de los deseos son respetables”.
A medida que pasaba el tiempo sentía una poco a poco más interesante sensación en la entrepierna en el momento en que estaba a caballo sobre alguno de sus pies donde mi pubis se apretaba con el ico, ico, caballo que murmuraba cada tanto.. Tengo la fortuna de que mi pareja, (40 años) tiene pies a mi gusto, delgados, de dedos largos, uñas frágiles, piel muy bien vigilada y una extraordinaria capacidad para acariciarme con sus pies. Tomé los Stilletos y , nerviosísimo, proseguí con mi comportamiento sexual; ella me miraba y se tambaleaba, pero igualmente estaba tan excitado que ya no me importaba nada. Me masturbé y, de súbito, ella metió su boca por la punta del Stilleto y con su lengua tocaba mi pene, que se encontraba a mil.
Los Pies De Mi Tia
Pie angosto y largo, dedos largos y bien proporcionados, prácticamente prácticamente perfectos. El dedito que sigue el mayor es un poquito más largo , cosa que me atrae mucho. Y el dedo más chiquito, el que más me agrada chupetear, con esa deliciosa curvita hacia abajo, arqueado graciosamente, con una uñita pequeña y redondita. Ella acostumbró simpre pintarse de colorado, o nacarado o sin barniz.
Al tiempo que el otro exquisito pie, prácticamente descalzo, o descalzo cuando se le caía la hawaiana, muy frecuentemente, se balanceaba y me llamaba a montarlo. Obviamente que a esa edad, solo tengo recuerdos borrosos. Pero yo me subía a caballito por el hecho de que de su pie con una sonridsa de su parte, aveces con una invitación. Ella estuvo con nosotros hasta el momento en que yo cumplí ocho años, y siempre jugué al caballo cada vez que me quedaba solo con ella.
198 Reseñas De La Tienda
Conque hoy, me reúno con mi tía y un follamigo de el, para aprender bajo su tutela la mejor forma de ofrecer exitación a una polla con mis pies. La cosa es que ya mucho más grande, entre los 10 y los 13 años era medio como sospechoso subirme a caballo de esos pies sensacionales. Así que me conformaba con hacer los deberes en el piso, acostado panza abajo sobre una manta y con un almohadón bajo el pubis. Mientras que, a cincuenta centímetros de mis embelesados ojos, ese pie sobre el suelo me daba la impresión de estar dispuesto para saltar. Esas uñas a veces rojas (la mucho más hermosa visión), nacaradas o sin pintar me llamaban a acercarme.
Pero de la forma que fuera, siempre, salvo en inviernos muy crudos, en su casa siempre y en todo momento anduvo de ojotas con tiritas finitas y toda vez que se sentaba, puf! Piernas cruzadas, pie en el aire, balanceándose graciosamente, a un ritmo cadencioso, ni lento ni rápido. Y de chiquito, allí fuí yo, ¡a caballito!.
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Por lo que si alguna vez te encuentro en algún acontecimiento, los recorreré con mirada respetuosa, si bien no exenta de admiración, y un poquitín de deseo de besar esa piel de pies, que no es como la del resto del cuerpo. La piel de los pies es distinta, y los pies limpios y cuidados tienen un perfume distinto al resto del cuerpo, sutil, suave, agradable. Antes de nada, gracias, y en segundo lugar una reverencia a tus formidables pies. Ella se dirigió al armario, tomó unas botas de color verde musgo con tacón de aguja, se las puso y me dio a mi las botas rosas que yo había usado aquella noche increíble.
Se quedó mirándome y me mencionó que ese iba a ser nuestro misterio, que ella no se lo iba contar nunca a absolutamente nadie, pero que no volvería a pasar nunca más entre ella y yo. Me dijo que me entendía y que iba a almacenar mi secretito, aun se encontraba preparada para que yo le preguntara cosas sobre lo que sentía sobre los pies de las chicas. No le iba a incordiar que yo la mirara, pero que tratara de que nadie se diera cuenta.
A mí me gusta lo que hago, considero que ayudo a personas que precisan mis servicios para sentirse efectuadas. Es otra forma más de ganarse la vida”. En este momento hace sesiones presenciales, vende vídeos, fotos y también calcetines, medias y zapatos. “En España hay muchos hombres atraídos por los pies de las mujeres”, asegura. Mi amor por los pies empezó de chiquito, mi madre, mi tía me comentaban q iba bajo la mesa y les tocaba las plantas de los pies a las mujeres.
Pie De Página
¡ Nos esforzamos por hacer que cada parte se vea bella! Estos son hechos a mano, y por consiguiente cualquier imperfección solo se aúna al personaje! Por favor refiérase al aviso de la tienda en la parte de arriba de nuestra página de inicio para nuestro tiempo de distribución actual. Mi compañera descedediente de portugueses y moros. Cuando ella no estaba, o si estaba y venía mi tía Olga, había otro par de pìes para montar. Tía era tan transigente como Baión, y bastante mucho más pícara además.
Me acabé como nunca en su boca y en el zapato. Me daba la sensación de que no terminaría jamás de salir leche, ella trataba de tragarla toda y lamía la leche que quedaba en el zapato. Tras esto se durmió en su cama, yo guardé todo en el armario y me acosté en la cama con ella, en esta ocasión desvisto. Para ser claro, tengo muy presente que soy un fetichista de pies. De eso no tengo duda, no obstante, siempre que busco en internet fetichismo, imágenes, o vídeos acercamiento cosas que no van con mis preferencias y eso es “lo extraño” y lo que hace que esté en este momento escribiendo aquí. Pero lo más interesante de mi pregunta, al menos a mi me lo semeja, fueron las respuestas donde los fetichistas relataban sus primeros recuerdos respecto a su fijación por los pies.